Cómo aparcar un coche y no morir en el intento

Hay muchas maneras de aparcar un coche, esta depende de muchos factores cómo puede ser el cansancio, el nivel de alcohol que tengas en sangre, el sexo, la edad, el humor, etc.

¿Cuántas veces hemos sufrido al típico conductor/conductora que va delante de tí intentando aparcar su coche, pero el pobre tiene la misma visión espacial que un imán de nevera y no logra hacer encajar su coche en el hueco? Esto es debido principalmente a dos motivos:

Que el conductor tenga un ojo de cristal o quiera desafiar a las leyes de la física y no vea que su coche no cabe en el hueco, por más que se empeñe.

Que por diversos motivos que no vienen al caso el coche si quepa, pero el conductor no se vea capaz de resolver el problema de encajar el coche en el hueco utilizando el mínimo número de movimientos de volante.

Por suerte, para solucionar el problema del aparcamiento en caso de negación absoluta, hay varias técnicas estudiadas y comprobadas que si que funcionan.

El primer método consiste en pensar detenidamente la jugada. Si vas con alguien puedes pedirle que se baje del coche y te vaya indicando las maniobras. Pero si vas solo, lo mejor es que después de cada maniobra te bajes para comprobar el estado en el que estás y puedas pensar cual será la siguiente jugada. Esta manera es lenta pero te permite ver el aparcamiento desde dos perspectivas distintas, lo cual, es una gran ventaja a la hora de aparcar. Tiene un 65% de probabilidades de éxito.

Una técnica muy buena es la conocida como aparcar “de oído”. Es mucho más rápida que la anterior puesto que no precisa bajar del coche para cada maniobra. Para ejecutar esta técnica no hacen falta más sentidos que el del oído. Puedes aparcar perfectamente comiendote un chicle de fresa, con una pinza en la nariz y con los ojos tapados con una venda que no afectará al resultado. El método consiste en meter el coche “por cojones”, es decir, ir golpeando a los coches contiguos hasta que consigas encajar el coche.
Si es preciso, puedes hacer el hueco más grande si empujas los coches con el tuyo. Tienes un 80% de probabilidades de aparcar.

Otra es decirle al conductor que te esta esperando que si quiere llegar a casa para cenar, que por favor te lo aparque él. Esta técnica funciona en el 100% de los casos. Sólo se debe utilizar en el caso de que las demás hayan fracasado.

Si por algún motivo la técnica anterior te da vergüenza aplicarla, puedes buscar un hueco en el que quepa un autobús y aparcar “de cabeza”, que es más intuitivo. Estos huecos se suelen encontrar a las afueras de las ciudades así que preparate para caminar 3 km antes de llegar a casa.

NOTA: aparcar “de cabeza” no está recomendado para huecos normales.

Algunos ejemplos de cómo no se debe aparcar los podéis ver aquí, aquí y aquí.