La vida en un power point

Voy a hablaros del maravilloso mundo de los power point.

Cuantas veces hemos abierto el correo para ver los e-mails (chorradas) que nos mandan los amigos y nos hemos encontrado que cada mensaje recibido tiene al menos un power point adjunto (a veces dos o tres). Da igual de lo que trate el mensaje, chistes, cartas en cadena, felicitaciones, niños desaparecidos, las fotos de las vacaciones en Torremolinos, denuncias sobre los derechos humanos, política, etc. Cualquier cosa que nos quieran contar se puede meter en un power point.

A los lectores no hay nada que nos guste más que esperar dos minutos (el tiempo depende de la conexión a Internet que tengas) a que descargue el archivo, abrir ese maravilloso documento y recorrer sus cientos de diapositivas, con sus animaciones, con sus letras que no están quietas, con sus colores vivos y su música celestial (que buenos ratos nos hacen pasar). Da igual que el contenido sea una mierda o que vaya en contra de nuestra ideología, a nosotros lo que más nos importa es que la presentación sea bonita y que nos distraiga del trabajo unos minutos.

Respecto a los autores de estas maravillas diré que tienen una forma de pensar muy definida; si para escribir un chiste de 10 lineas puedes usar 10 diapositivas ¿para qué vas a escribir el chiste en algo que ocupe menos espacio (10 lineas) y requiera menos tiempo en ser leído? Si lo haces te tacharán de anticuado y antisistema, además puede que la sociedad te rechace y acabes viviendo en una cueva en medio del bosque.

Otra cosa a tener en cuenta es que esta filosofía va en contra de una de las leyes mas importantes de nuestro planeta, la ley del mínimo esfuerzo, y esto no se puede permitir. Incumplir esta ley es como escupir hacia arriba o mear a contra viento, tarde o temprano acabaremos salpicandonos.

Así que hago un llamamiento a la prudencia y os pido por favor que uséis los power point con moderación.

Por una vida sana.