No os depileis nunca el culo

Tanto hablar de culos me está afectando al cerebro. El otro día estaba admirándome el trasero ante el espejo del baño cuando me dí cuenta de que asomaba cierta pelusilla negra del centro del universo que afeaba bastante el conjunto.

Siempre me ha gustado mi culo, para que lo voy a negar, pero los pelacos esos le bajan bastantes puntos, sobre todo ante el público femenino. Mi intención era participar en el concurso que organiza www.hominicaco.es. Para ello debía mandar una foto de mi culo junto con mi nombre para que la gente lo votara, pero claro, si quería tener posibilidades de ganar, la foto tenía que ser un desnudo.

Como es obvio aquel matojo oscuro también saldría en la foto restándole protagonismo al culo, y lo que es peor, imaginé la cantidad de burlas y chascarrillos que harían el resto de participantes y lectores, -buaaaaaahhh, -esto hay que remediarlo. En ese momento una luz celestial iluminó mi cara... ¡¡DEPILACIÓN!!

No me convencía mucho la idea, la depilación no es mi estilo, pero intenté autoconvencerme de que era lo mejor si quería evitar el cachondeo general, y creedeme, lo quería evitar a toda costa. Inocente de mí no tardaría en darme cuenta de que fue una de las peores decisiones de mi vida.

-Venga Drenas, se valiente, al fin y al cabo no eres el primero que lo hace.

-Total, es un proceso reversible, si no te gusta puedes volver a dejar crecer la melena.

-Va tío. Con dos cojones.

Total, que me autoconvencí, yo soy muy facilón. El siguiente paso era pensar en el modo y el lugar para cometer mi astuto plan.

Veamos... ...¿ir a un centro de depilación? Descartado, primero porque tendría que ir a uno que estuviera mínimo a 200km de mi casa, yo paso de cruzarme mientras paseo al perro con la que me hizo la chapuza, no podría mirarla a los ojos. Segundo, porque no estoy seguro de que en los centros esos hagan trabajos de este tipo y no estoy yo por la labor de averiguarlo.

Otra opción sería pedirle a una amiga que me hiciese el favor. -lo de preguntárselo a un amigo lo descarte antes de pensarlo-. ¿A una amiga? Ni de coña, creo que no hace falta que explique los motivos.

Por lo tanto llegue a la conclusión de que lo haría yo solo en mi casita, -si, es lo mejor, sin testigos jajaja, que listo que soy joder. Sólo me quedaba esperar el momento adecuado para ponerme a ello.

Por desgracia para mí, ese momento no se hizo esperar. Ese mismo viernes se transformó como por arte de magia en el día D (día de la depilación cular). Mi hermano estaba en el cumpleaños de una amiga y mis padres se iban a comprar no se que al Leroy Merlin que está a unos 50 km de casa y tardarían bastante, lo que me daba un margen de operación de 3 o 4 horas mínimo. Perfecto.

Dejando un margen de error de 20 minutos por si volvían debido a algún imprevisto, me puse a ello. Lo primero que hice fue pasar el pestillo de la puerta por si las moscas. Lo segundo...¡Mierda!, no había pensado en el método de depilación en sí.

¿Cómo se depilan las tías? Láser, crema depilatoria, cera, cuchilla, pinzas... El laser y las pinzas las descarte al instante que uno es coqueto pero no gilipollas. Lo de meter una cuchilla cerca de la zona escrotal con visibilidad casi nula tampoco me pareció buena idea, igual soy raro.

Lo mejor era la crema; si, sin duda la crema era la mejor opción. Con una decisión brutal me puse a buscar -¿dónde guardará mi madre la puta crema?, ni idea, a ver... crema hidratante de algas chinas, No, mascarilla de pepino, tampoco. Gel para las zonas íntimas ¿qué coño es esto?, tampoco es... Mierda!! joder, joder, jodeeeer ¿no hay crema depilatoria en esta puta casa o qué? ¿será posible que mi madre solo se depile a la cera? No me jodas, no me jodas!!

Ahora que me había hecho a la idea no la iba a dejar por este contratiempo. De perdidos al río, la ofuscación que sentía y la cabezonería pudo conmigo -¿dónde está la cera?. La mala suerte se cebó conmigo y no tardé mucho en encontrarla. Ahí estaba, en un cajón del cuarto de baño en su cajita durmiendo, estaba tan mona, parecía tan inocente la muy hija de....

Era la típica cera de esas que tienes que calentar primero en un armatoste gigante, para después aplicarla sobre la piel con una espátula. Así que saque una dosis y la puse a calentar.

Y ahí estaba yo con los pantalones bajados delante del espejo releyéndome las instrucciones de la dichosa cerita. De ningún modo quería que la cera se pusiera en contacto con la zona mondoguera donde los sentimientos está a flor de piel. Un tirón ahí supondría la castración automática por lo que necesitaba tener una visión completa de la zona.

Como el espejo estaba alto, probé levantando un pie y apoyándolo sobre el lavabo pero la flexibilidad no es mi fuerte y me incomodaba bastante esa postura produciéndome dolores en las ingles.

Probé también poner el culo en pompa y mirar por debajo, pero mis cortos brazos no llegaban bien a la zona 0, con lo que no podía maniobrar. Total, que después de probar 10 posturas más, decidí descolgar el espejo y apoyarlo sobre la pared.

Apoyando la espalda en el suelo, levantando los pies en el aire y ladeando la cabeza hacia la derecha podía ver el asunto sin mayor problema. No era la postura más cómoda del mundo pero creedme, fue la mejor que encontré. Vamos allá.

Siguiendo rigurosamente las instrucciones de la caja me puse manos a la obra.

1- Limpiar el área a depilar. Asegurándose de que no tenga ninguna partícula de grasa. Fácil, agua y jabón.

2- Una vez caliente, aplicar la cera con una espátula de madera que se adjunta. La cera se debe aplicar siguiendo la dirección del pelo. Mmmm que gustito, era como untar mantequilla en una tostada pero dándote placer.

3- Sobre la cera poner la pieza de tela siguiendo la dirección del pelo. Masajear para que se adhiera a la cera. Ale a masajear, no se porque las tías se quejan tanto de esto, si esto es una gozada.

4- Halar la tela en dirección contraria al pelo en un solo movimiento. Ya lo tenía todo en su sitio, ahora quedaba lo peor.

Para realizar el acto que culminaría mi trabajo de una manera mas cómoda, decidí que lo mejor era levantarme. Acostado sobre mi espalda no podía tirar con demasiada fuerza.

Pero el que nace desgraciado, sigue así toda la vida. Justo en el momento en el que me levantaba se oyó el sonido de una llave entrando en la cerradura de la puerta.

Casi se me sale el corazón por la boca, menos mal que el pestillo cumplió con su función y detuvo el avance de la puerta. Era mi hermano que venía con un amigo a ver unas fotos en el ordenador de su cuarto mientras esperaban que sus amigas se arreglaran. Así que todo atarantado me subí el pantalón con todo aquello ahí pegado y andando como buenamente pude, porque no sabéis lo que tira eso de la sisa, me dirigí raudo a abrir la puerta.

-joder, ¿por qué has tardado tanto en abrir tío? Llevamos aquí tres horas.
-eemmmm, - poniendo un tono amenazante
- Pues porque el señorito me ha pillado en bolas a punto de entrar en la ducha.
-vale, vale, venimos a ver unas cosas en el ordenador.
-Muy bien que me parece, adelante.

Los dejé pasar pasar delante mientras yo cerraba la puerta para que no se percataran de la nueva manera de andar que había inventado.

Entré corriendo en el baño, ya no podía mantener más tiempo eso ahí, si lo dejaba un poco más haría simbiosis con mi culo y produciría mutaciones seguro.

Mientras mi hermano y su amigo estaban en su cuarto ajenos a todo lo que en el baño ocurría, yo, valiente como el que más y sacando fuerzas de flaqueza, agarre la especie de tela esa por un extremo, rece dos veces, y pegue el tirón más fuerte que pude... ¡¡DIOSSSSSSS, Maríaaaa y Joseeeé montados en burro!! CAGO EN DIOS BENDITO que dolor.

Ahogue el grito de dolor que muy agusto hubiera soltado si mi hermano y su colega no estuvieran a dos paredes de distancia, el dolor fue indescriptible, es como si me hubiera arrancado la piel de los bajos. Me daba pánico mirar, me imaginaba la piel sangrante colgando de mi cuerpo aggg.

Cuando al fin me atreví a mirar el mundo se me vino abajo, el tirón no había sido suficientemente fuerte, lo que colgaba no era la piel, era la maldita cera que se balanceaba triunfante como una campana. Me había arrepentido en el ultimo momento y no había tirado con fuerza suficiente dejando un tercio de la cera pegada aún.

De la piel que acababa de despedir a su antiguo compañero, el vello culero, empezaban a brotar pequeños puntitos de sangre que hacían de la escena una macabra visión. Me entraron unas ganas locas de llorar como una magdalena.

Pero no era momento de llorar, lo hecho hecho está. Aún quedaba trabajo por hacer y había que hacerlo bien y de inmediato. Con la mano temblorosa volví a coger el extremo y con los dientes y el culo cerrado, -por Dios que no duela tanto... pegué un golpe seco.

Está vez no pude ahogar por completo el grito de dolor y salió de mi boca un pequeño gemido acompañado por sendos lagrimones que resbalaron por mis mejillas. La escena era trágica, imaginaos un tío desnudo de cintura para abajo apoyado en la pared, llorando y con el culo sangrando.

No hace falta que os describa el sufrimiento que me produjo tal contratiempo, pero sentí alivio, esta vez lo había conseguido. El trozo de cera que antes parecía tan inocente, tan sensible, se había convertido en una bestia peluda con insaciables ansias de sangre que penduleaba moribunda entre mis temblorosos dedos.

En ese preciso instante todas mis neuronas por unanimidad decidieron acabar con esta tortura ipsofacto dejando el trabajo tal y como estaba, a medio terminar. Llegados a este punto me importaba un pimiento la estética que ofrecía mi culo en ese momento.

Después de untarme bien los bajos de crema hidratante y recoger todos los trastos, me dí la ducha que le había prometido a mi hermano que para colmo, como no había encendido el calentador - la ducha no estaba prevista - el agua estaba fría.







Y esta es mi historia. Como podéis comprobar yo me he sacrificado por vosotros para que mi culo este en las mejores condiciones. Así que os pido por favor que venguéis a mi culo enviando el vuestro a hominicaco@gmail. Está en vuestras manos cumplir mi venganza.

Inspirado en un mail que me llego hace tiempo de un tío que se hacía la depilación integral.

PD: Ahora ya se lo que siente John Wayne.

PDD: El relato no está basado en hechos reales que os conozco.